En la vida es habitual
atravesar ciertos momentos de un alto nivel de estrés. Por ejemplo: una
mudanza, un fallecimiento o la modificación del grupo de convivencia como la
llegada de un bebé a la familia o
la incorporación de un cachorro a nuestras vidas.
Estos momentos tan
especiales no solo nos provocan estrés a nosotros, sino que nuestras mascotas
también lo padecen. Así, pueden manifestar problemas de comportamiento y/o
desajustes emocionales como depresión o hiperactividad. Además, en numerosas
ocasiones, también pueden presentarse problemas físicos, que muchas veces son
evidentes en la piel de nuestras mascotas.
Estos procesos se pueden superar
siguiendo determinados protocolos. Es necesario asegurar una correcta gestión
del estrés para que, en esos momentos, los cambios sean progresivos. Además,
resulta fundamental trabajar con proyección a futuro.
En EDUQUEMOS A TU PERRO
podemos
asesorarte sobre cómo ayudar a tu mascota a atravesar esos momentos.